Black Mirror continúa su tendencia de analizar lo que se esconde tras la tecnología
Recientemente se ha estrenado la tercera temporada de Black Mirror. En total 6 capítulos que siguen analizando la importancia y la dependencia que las tecnologías tienen en nuestras vidas aunque presentadas en un escenario distópico.
Producida por Netflix, esta temporada arranca con el capítulo Nosedive (Caída en picado) donde nos muestra el día a día de Lucie Pounds y de la sociedad alternativa que representa esta gran serie. Con lo primero que nos encontramos son con las valoraciones continuas que se realizan al resto de personas por sus interacciones (conversaciones, saludos, hechos) y por los materiales que cuelgan en la web.
Estas valoraciones abarcan desde el 1 al 5 siendo 1 la más baja y 5 la máxima, por lo que aquellas personas que tienen medias superiores al 4,5 son considerados como la élite mientras que aquellos que no superan el tres comienzan a ser repudiados y no aptos para la vida en la sociedad.
Lucie Pounds, se encuentra ante una gran oportunidad de mejorar su puntuación tras la invitación de Naomi, su gran amiga de la infancia, a su boda como dama de honor. Una ceremonia a la que acudirán personas con una reputación superior a la de 4.5.
Nosedive, representa así la necesidad de sentirse aceptado y puntuado por la sociedad. Es lo que sucede actualmente con nuestras publicaciones en redes sociales. En cuanto subimos algún contenido a las redes, esperamos rápidamente la aceptación y puntuación por parte de nuestros seguidores. Buscamos un RT, un Me gusta…, una retroalimentación que nos asegure que lo que publicamos gusta. Es decir, buscamos, deseamos y queremos la aceptación de los demás tanto en la red como en la «vida real».
¿Es tanta la dependencia de ser aceptados? ¿Nos afectan los comentarios negativos? ¿Nos duele no tener la repercusión que habíamos previsto al lanzar nuestra publicación?
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