Estoy bien. No te preocupes. No voy a correr riesgos porque no soy tan valiente como crees que soy. Tú eres la valiente (Emily dice “no lo soy»).
¿Sabes que más me gusta de ti? Sabes como estar tranquila. En el medio de una competencia de natación, con toda la locura y presión, te miro y estás tranquila. Desearía poder hacer eso, pero soy impaciente. Supongo que es por eso que no puedo terminar nada.
No debería haber vuelto. Tan solo debería haberme ido, toda trágica y perfecta. Y que siempre tuviéramos esa última noche en vez de este desastre. Supongo que las despedidas son las únicas cosas perfectas que tenemos.
Maya St Germain